Así combatimos el “qué dirán”

Quiero aceptar que este artículo lo escribo principalmente para mí. “Qué bárbara, Ileana. Sé tantito modesta aunque sea”. No, no se trata de echarme flores o de ignorarlos a ustedes (Gracias por leer este artículo), lo dirijo a mí porque sí tengo que aceptar que me importa (¿O me importaba?) mucho el “Qué dirán”.

¿Por qué? Porque crecí con muchos estereotipos, buenas y malas amistades, bombardeos de medios de comunicación, etc. Creo que en un contexto donde más o menos todos los jóvenes se desarrollan, pero yo no generé esa capacidad de discernir sobre las opiniones de los demás. Y al menos, ahora creo que ya lo hago. A raíz de esto, quiero compartir algunos puntos que me han ayudan a reflexionar sobre lo que el prójimo opina sobre mi vida y cómo debo de tomarlo.

  • Ante todo, tú. Lo primero que quiero hacerte entender es que nadie, NADIE es más valioso que tú. Y no te lo digo para subirte el ego, lo hago para que entiendas que eres el centro de tus propias decisiones. Porque la felicidad que te da hacer algo que de verdad quieres, esa sensación de satisfacción interna… no tiene precio.
  • Lo que más quieres. Quisiera hacerte una pregunta ¿Qué es lo más valioso para ti? Y puedes contestarla dividiendo en tres categorías: personas, intangibles (hobbies, objetivos, metas personales) y objetos. Ahora trata de configurar eso en tu vida diaria. Apuesto que tenerlo todo te da una gran satisfacción persona. Si algo de lo más valioso que tú consideres, socialmente está etiquetado como “malo”, tienes que pensar si realmente te afecta o si solamente es malo porque nadie se atreve a aceptar que también le tienen un valor.
  • La sociedad. También debemos aprender qué “reglas sociales” realmente se tienen que respetar para una sana convivencia, y cuales otras son simple y sencillamente paradigmas que no aplican para todos. ¿Cómo lo vamos a saber? Lo que quieras para tus hijos, es lo que debes hacer por ti.
  • Comparar. Una de las cosas que más me afectan del “qué dirán” es comparar. Pero ahora he aprendido que ninguna vida es perfecta, no existe la receta para la felicidad ni tampoco hay un momento donde ya seamos exitosos (Tengo un artículo al respecto, te lo comparto también ¿Cuándo se consigue el éxito?)
  • Las personas que te rodean. No quiero escucharme cursi, pero uno de las cosas que me ha hecho madurar es admirar a las personas con las que comparto mi tiempo, llámese amigos, familia, trabajo, etc. Cuando estás con gente que sabe lo que quiere, que está segura de sí misma y que comparte contigo sus motivaciones… Aprendes que siempre se puede, siendo uno mismo y haciendo lo que te gusta. Además, evitas cualquier tipo de contaminación que te haga dudar si lo que quieres es bueno, cuando sabes perfectamente que sí.
  • Es de sabios cambiar de opinión. De una vez te digo: Está bien no estar bien, está bien decir que no, está bien arrepentirse, está bien aceptar un error. Lo que no está bien es querer seguir con una idea terca que no te trae beneficios, ni siquiera a corto plazo. Si te da miedo “retractarte” por no escuchar un “te lo dije”, entonces tal vez no es la persona indicada a la que se lo tengas que decir.
  • Lo mejor que te puedo decir: Entre más gente, lugares y ambientes conozcas; te darás cuenta de que hay muchas más personas con tus mismos gustos u objetivos de lo que crees. Dales la oportunidad.

Cuéntame ¿Cómo evitas tú tomar en cuenta la opinión de los demás y tratar de darles gusto?

Por último, cuando alguien te diga que algo está mal o que no lo debes hacer, es porque es algo que siempre quiso hacer y no pudo.

¡Gracias por leer!

Originally posted 2017-10-26 02:56:50.

Mi mamá publicó toda mi vida en redes sociales

En unos años, eso pasará. Tendremos adultos que crecieron con toda su vida publicada en redes sociales por sus familiares, pero lo verdaderamente malo es que no bajo su consentimiento. Y esto solamente como resultado de un fenómeno que hoy vemos como algo totalmente normal: publicar fotos de nuestros hijos.

¡Alto, ALTO! No se me enojen ni “rezonguen”, yo sé, yo sé que es natural por parte de todos los papás, mamás, abuelitos(as), etc; publicar fotos de nuestros queridísimos bebés/hijos/niños. No estoy juzgándolo (yo misma lo he hecho), pero este artículo más que nada es para invitar a la reflexión.

Sabemos perfectamente que todo lo que se sube a Internet pasa al dominio público (Sí, aunque tengas muy privadas tus redes sociales), entonces así lo harán todas las fotografías y videos que subas de tus hijos. ¿Es malo? Depende. Primero que nada, quiero que entendamos el hecho de que publicar nuestras vidas en redes sociales es totalmente normal, sin embargo, no es lo mejorcito para la vida de los demás. A lo que voy es que tú eres libre de utilizar tu propia imagen las veces que desees, en los medios que quieras pero… ¿La de alguien más?

No soy abogada, ni tengo el más mínimo conocimiento de si existe alguna legislación al respecto, peeeeero si no la existe, muy probablemente será algo que suceda en el futuro. Imagínate crecer, llegar a la universidad y darte cuenta que eres famoso(a) por una de las fotos que subieron cuando eras bebé. Hasta me puedo adelantar a las noticias del futuro “Demanda a su propio padre por subir un video de él hace 23 años, sin su permiso”.

Yo crecí en los 90’s (no te pongas a contar cuántos años tengo, por favor) y agradezco que, en ese momento, las fotos se imprimían y ya. Todos esos recuerdos donde mi mamá me está bañando, o cuando se me cayeron los dientes, están guardados en un álbum… en un librero… en mi casa…. lejos de la mirada pública.

Ahora piensa en tus hijos, nietos, sobrinos…. Dales la oportunidad a ellos de elegir sobre su propia imagen. No te estoy diciendo que dejes de subir fotos, que borres las que ya tengas y que mandes eliminar tu cuenta de Facebook; esa no es la solución. A lo que verdaderamente te quiero invitar es a que solamente compartas contenido de valor, que no los pueda afectar en ningún momento y que no atente contra su integridad. Algún día ellos crecerán y se volverán personas adultas que requieran control de sus vidas, y ese control es de ellos, no tuyo.

“Pues sí, Ileana, pero tú lo dices porque no tienes hijos”, claro, y entiendo que la felicidad máxima se alcanza cuando tienes hijos. Pero considero que la mejor forma de amar y demostrar cariño es de forma personal, en la vida real… no a través de las redes sociales.

Solamente piensa: Cuando mi hijo(a) crezca ¿Querrá ver esta fotografía publicada? ¿Le va a afectar? ¿Quisiera yo tener la misma foto publicada por alguien más?

Todos los comentarios, son bienvenidos.

¡Gracias por leer!

 

Originally posted 2017-08-27 21:06:26.

La mentalidad de los mínimos

En cualquier lugar donde nos toque convivir o trabajar con personas, veremos un “fenómeno” muy común: La mentalidad de los mínimos. Básicamente se trata de la forma en que las personas ejecutan una tarea, la que sea, desde servir un plato con comida, hasta una estrategia empresarial.

Lo anterior se enfoca en cómo se hace. Todos conocemos a una persona que solamente hace lo que se le pide, no va más allá ni le da un valor agregado a su trabajo. Y quiero aclarar que no todas las tareas lo requieren, pero sí la mayoría, sobre todo las que se enfocan en una progresión de objetivos.

[Tweet “Todos conocemos a una persona que solamente hace lo que se le pide”]

Si ponemos un ejemplo de la vida personal, imagina una relación sentimental donde ninguna de las partes hace “más de lo que le corresponde”; no hay nada adicional, no hay un muestra de cariño fuera de lo común, no hay eventos que rompan la rutina, no hay cumplidos adicionales ni ninguna de las partes espera algo del otro…¿Qué aburrido, no?

Estoy de acuerdo que los novios cumplen con lo que les toca, en formar una relación, pero ninguno sigue demostrando y cosechando interés de su pareja. Igual sucede en la vida laboral: En teoría, todos los puestos tienen una descripción y los colaboradores tienen que cumplir con el perfil, así como palomear las tareas que les corresponden. Pero una empresa no se conforma solo de eso, se conforma de nuevas propuestas que surgen cuando el empleado está comprometido con la marca.

¿Por qué se llega a esta mentalidad? ¿Por qué un colaborador deja de esforzarse por superar las expectativas? En la mayoría de los casos sucede por dos razones: Una mala selección de personal y/o por un mal liderazgo. No necesariamente tienen que ser las dos, puede ser solamente una, pero casi siempre la mala selección del personal viene por un liderazgo que tiene una mala perspectiva de su equipo  de trabajo.

Bueno ¿Y si ya he detectado compañeros de trabajo con este paradigma? ¿Cómo trabajar en equipo para eliminarlo? Primero que nada debe de existir un principio de comunicación muy efectiva, que permita al colaborador sentirse con la confianza suficiente de acercarse a compañeros y/o superiores para externar alguna inconformidad (Pues es la razón principal del poco interés en superar las expectativas).

Otro aspecto interesante son las metas inalcanzables. Me queda claro que siempre hay que superar un objetivo cumplido, pero resulta frustrante para el colaborador sentir que “nunca da en el clavo”.  Un superior exigente puede convertirse en un “jefe imposible de satisfacer” y eso le pega directamente al moral del empleado.

Además están la distribución de las tareas. No porque una persona sea buena significa que debes retirar responsabilidades de otra que no, para entregárselas. Todos los colaboradores tienen una capacidad y si se sobrecarga, el empleado no cumplirá la expectativa. Simplemente, “el que mucho abarca, poco aprieta”. Lo que realmente se tiene que trabajar es en el empleado que puede mejorar, solo es cuestión de una correcta asesoría.

Si tú sabes que tu compañero solamente hace “lo que le toca”, es importante que hables con él de una forma sencilla y sin tono agresivo. A fin de cuentas, todos trabajan en el mismo lugar porque tienen intereses a fines (o deberían….). Tener apertura al diálogo es la semilla de la confianza, siémbrala en tu equipo  de trabajo y ellos solos harán su mejor esfuerzo sin tener que pedírselos.

[Tweet “¿En qué forma sirves tú de ejemplo en un equipo  de trabajo?”]

Por último, piensa en ti mismo(a). Te invito a repasar la forma en que ejecutas una tarea, y si consideras que podrías brindar un valor agregado cada vez que te la solicitan. Los profesionistas que destacan son los que logran un diferenciador respecto a sus colegas. Y tengo una pregunta ¿En qué forma sirves tú de ejemplo en un equipo  de trabajo?

¡Gracias por leer!

 

 

Originally posted 2017-08-14 01:22:12.

Qué es radio pasillo y cómo combatirlo

No importa el tamaño de la empresa u organización, es clave que los canales de comunicación estén bien definidos para evitar que los rumores o suposiciones se apoderen de la mente de los colaboradores. A todos estos chismes se le conoce como “radio pasillo”, y casi siempre llegan a los oídos de los empleados por malos manejos de la información.

Yo sé que estás familiarizado con un “me dijeron por ahí que nos van a recortar el sueldo” o “dicen las malas lenguas que tal persona ya se va de la empresa”. Sin embargo, nadie se atreve a sustentar esa información y se queda como una posibilidad que siempre le causa ruido a los equipos de trabajo.

[Tweet “A todos estos chismes se le conoce como “radio pasillo”, y casi siempre llegan a los oídos de los empleados por malos manejos de la información.”]

Pero no solamente hablamos de afectar a los colaborados. En algunas empresas, sobre todo en las de servicios, el cliente y/o consumidor se encuentra en el mismo entorno que los empleados y radio pasillo también llega a sus oídos. Para ejemplificar lo anterior, pensemos en una institución educativa, donde alumnos y profesores comparten el mismo espacio. Un chisme o comentario sin sustento afecta a ambos públicos.

Algunas de las razones por las que se genera radio pasillo son:

  • Canales de comunicación confusos o inexistentes.
  • Las cabezas de equipo no están pasando la información correctamente y no tienen la apertura para escuchar las inquietudes de sus colaboradores.
  • Los empleados reciben diferentes mensajes de diferentes fuentes.
  • Colaboradores inconformes comienzan a sembrar la “semilla de la duda” en sus compañeros para alterar el ambiente organizacional.
  • Factores externos como el contexto social y/o económico que impactan directamente en la empresa.

[Tweet “Colaboradores inconformes comienzan a sembrar la “semilla de la duda””]

Ojo: No estoy diciendo que solamente le pasa a las malas empresas. Radio pasillo sucede en TODAS, a la mejor en diferentes escalas, pero siempre pasa. Para ello existe un departamento de comunicación al tanto de cómo se mueve la información dentro de las empresas, y en caso de que no haya uno, le corresponde a los líderes de departamento.

Pero ¿Cómo evitarlo, o en su defecto, cómo combatirlo? Aquí te comparto algunas claves:

  • Una tarea importante de los jefes, y que no es muy grata, es detectar a los elementos que contaminan los procesos. Me refiero a que existen personas que propagan rumores o información falsa, y que no siempre son los menos productivos.
  • Se deben clarificar los canales de comunicación, es decir, cómo me voy a enterar de cualquier noticia y cómo puedo hacer llegar una inquietud. Es muy común que los colaboradores reciban información de diferentes fuentes, pero casi siempre con algunas diferencias. Para evitar que las personas se sientan confundidas con la información que reciben, deben conocer y dominar los canales por los que verdaderamente se les va a mantener informados.
  • Las tomas de decisión deben de ser congruente. No puedes decirle a un equipo de trabajo que todo está bien cuando acabas de despedir a alguien, eso genera mucha incertidumbre y le quita credibilidad a las cabezas de equipo.
  • Es importante anticiparse a las malas noticias, sobre todo, a las que generan un clima organizacional inestable. Evitar el factor sorpresa “amortigua” la impresión, la especulación y los falsos supuestos.
  • Lo más importante: Se debe tener contacto constante con los integrantes de los equipos de trabajo. Nadie debe ser menospreciado o subestimado, pues la cadena se une aún y con el eslabón más pequeño. Si eres jefe de equipo es crucial que estés al tanto de cómo se siente y piensa tu equipo.

Recuerda que lo que los empleados digan de tu empresa, es lo que llegará a oídos del cliente. Si no existe control sobre los mensajes y/o información que circula, tu organización proyectará una imagen irreal.

Radio pasillo es una realidad en todas las empresas, pero un colaborado satisfecho y comprometido es la mejor forma de combatirlo.

¿Qué haces tú por mejorar la información que circula en tu lugar de trabajo?

¡Gracias por leer!

Originally posted 2017-06-21 04:21:47.

¿Para qué quieres el dinero?

Comenzaré este artículo con una anécdota rápida: Estaba en una tienda de ropa, haciendo fila para pagar. Había entrado sin la intención de comprar y resulta ser que fui la única que lo hizo. Era de esas “unifilas” y pues tuve que esperar un ratito para que me atendieran. Mientras eso sucedía, me puse a reflexionar un poco sobre mi compra: Era ropa que no estaba buscando, pero que sí la consideraba muy útil, sin embargo, no me iba a morir si no la compraba. Dudé un poco si seguía en la fila, pero no me moví. Pensé: “para esto trabajo, para comprarme cosas” y entonces fue cuando las pagué.

No es la primera vez que tomo una decisión bajo la premisa “para esto trabajo”, y eso es lo que me preocupa. No me arrepiento de mis compras, pero tal vez sí existe una mala administración de mi propio dinero disfrazada de una actitud de “para esto trabajo”. De hecho, puedo decir que las últimas 10 veces que he comprado algo, planeado o no, lo hago pensando lo mismo.

Esto me lleva a cambiar mi paradigma de dos maneras: La primera es que realmente trabajo por mi desarrollo profesional, no para poder pasar la tarjeta en todas tiendas del mundo. La segunda es que no tengo que poner una razón para sentirme bien por el simple hecho de usar el dinero que gano. Pensar “para esto trabajo” es una forma de decir “tal vez no lo merezco, pero por eso voy a un empleo”, y no, no es verdad. Te invito a que la próxima vez que pienses eso, que para eso trabajas, mejor cambies tu mentalidad: Te lo mereces.

Es evidente que todos tenemos un empleo porque buscamos una remuneración. El dinero se necesita en todas partes, para todo. Desde que tengo uso de razón siempre he sido demasiado “cuidadosa” con el dinero. Cuando empecé a obtener un salario, trataba, literal, de no usar mi dinero. Es una incongruencia que, tal vez, vengo cargando desde entonces. ¿Alguna vez les ha pasado que tienen algo pero no lo quieren usar? Eso me pasa con el dinero.

El error de muchos es que queremos tener dinero pero por el simple hecho de tenerlo, no de utilizarlo. Y cuando queremos utilizarlo, no sabemos realmente cómo. Es decir, claro que sabes que necesitas el dinero porque tienes que poner gasolina, pagar una renta o comer; pero sabes exactamente ¿Para qué lo quieres? Porque el dilema realmente es: las personas queremos el dinero para gastarlo, pero entre más tenemos, más gastamos. 

No sé si a ustedes les pasa, pero todo lo que tengo a mi al rededor le pongo un precio o lo pienso con una cantidad. Sé que es una forma muy materialista de ver el mundo, pero es la forma en que puedo entender qué está a mi alcance, y qué no. El problema es que las cosas realmente no deben ser valoradas por eso, empezando por el mismo empleo.

Creemos que un empleo es mejor si es mayor remunerado que otro. Porque, volvemos a lo mismo, todo lo pensamos en “dinero”. Sé que estás pensando “claro, pues todo en esta vida cuesta”, pero ¿Te cuesta lo que vale?

Para terminar, solamente me gustaría compartirles que a veces no sabemos para qué queremos el dinero, si para usarlo o solo para tener la certeza de que lo tenemos. A veces, solo a veces, creo que queremos el dinero para seguir teniendo más dinero.

Originally posted 2017-05-02 01:13:10.