Hay una palabra mágica, la cuál hace que todos queramos algo aunque no lo necesitamos. Esa la palabra es “gratis”, y cada vez que una campaña quiere penetrar en el mercado, casi siempre la utiliza. Pero ¿Por qué? ¿Por qué una palabra puede cambiar drásticamente la decisión del consumidor? Bueno, pues trataré de explicarles el poder de la palabra “gratis” y su efecto en nuestras mentes.

Para bien o para mal, casi todo lo que hacemos lo relacionamos con dinero. Ejercemos una profesión para, entre otras cosas, obtener una remuneración económica. Cuando hacemos planes, pensamos primero en el dinero que requeriremos. Y, erróneamente, consideramos que somos personas con un mejor desempeño dependiendo del salario que percibimos. En fin, todo gira en torno a una cantidad que hace que las cosas tengan un valor: Creemos que algo, entre más caro, es mejor (No siempre es así).

[Tweet “Creemos que algo, entre más caro, es mejor (Y no siempre es así).”]

Por lo mismo, cada vez que vemos la palabra “gratis”, automáticamente capta nuestra atención. Siempre que las empresas o negocios la utilizan, refiere a que desean atraer al cliente pero no realmente para regalarle el producto o servicio que ofrecen. Lo interesante es el efecto que causa en nuestras mentes, pues al pensar en algo gratuito, en ese mismo instante sentimos la necesidad de conseguirlo.

Un ejemplo: En mi ciudad, cuando son las elecciones, hay diferentes “regalos” para las personas que ejercen su voto y presentan su dedo pulgar marcado. En las elección de este año, incluso se regaló un carro entre todas las personas que fueron a registrarse. El resultado que muchas personas solamente votaron para reclamar todo lo gratis que ofrecían los diferentes negocios. También sucede cuando llegamos a un lugar y vemos que ofrecen dulces o aperitivos, los consumimos aunque no tengamos hambre solamente por lo mismo, porque son gratis.

¿Han visto que los supermercados tienen muestras de la comida que ofrecen? Es normal, es un principio de ventas, pues al ofrecer una pequeña porción de tu producto al consumidor logras engancharlo. Pero el mismo efecto que les menciono, hace que las personas prueben la comida aunque no la vayan a comprar.

[Tweet ” Al ofrecer una pequeña porción de tu producto al consumidor logras engancharlo”]

Lo curioso, pero cierto, es que las personas no pueden resistirse a algo por lo que no van a gastar dinero. Muchas veces, ni siquiera es algo regalado realmente, es un precio disfrazado en otra cosa por la cuál ya vamos a pagar. Pero la sola idea de que podemos conseguir algo fácilmente, la hace atractiva.

Tampoco es gratis cuando pagamos de otra forma que no sea con dinero, por ejemplo, cuando los negocios realizan intercambio de servicios pero que sí tienen un valor. Las empresas deben de ser cuidadosas, pues esperan que esto no tenga un impacto en sus finanzas al no verse realmente como “dinero gastado”, pero sí lo es.

Otros aspecto de lo gratuito es que demerita el producto o servicio. Tristemente, cuando algo es gratis las personas no lo valoran, y esto hace que nadie desee pagar a futuro por él. También es común que algún “amigo” te quiera pedir gratis un servicio por el que normalmente se cobra, esperando que la “amistad” sea suficiente remuneración. No hay que confundirnos, amistad es una cosa y prestar un servicio es otra.

Por último, quisiera hacerles hincapié que detrás de algo gratuito siempre habrá una estrategia de venta. No es malo recibir algo sin pagar, pero quien te lo regale siempre estará esperando algo a cambio.

[Tweet ” No es malo recibir algo sin pagar, pero quien te lo regale siempre estará esperando algo a cambio.”]

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Originally posted 2016-07-11 23:39:52.

Published by Ileana Caschi

Comunicóloga. 30 años. Slytherin. Comparto contenido sobre comunicación y finanzas personales. Si deseas contactarme puedes hacerlo por aquí mismo. Un gusto tenerte por mi blog ¡Gracias por leer!