Esto de ser adulto es más difícil de lo que pensé. No solo porque todo cuesta, sino porque vamos asumiendo responsabilidades con cada decisión que tomamos. Cuando estaba más chavalilla siempre decía “a tal edad, ya voy a tener un carro; a tal edad ya voy a tener una casa, etc”; era muy sencillo ponerle “edades” a nuestros objetivos, y de verdad creía que todo se iba a ir cumpliendo tal y como lo enlisté. Pero no.

Ser adulto me ha enseñado que no todo sale como esperábamos, pero también a valorar y aceptar lo que tengo y las personas que me acompañan todos los días. He aprendido a ser una persona agradecida. Y agradecer no solamente es decir “gracias”, ser una persona agradecida es entender las circunstancias que nos rodean y agarrarlas por los cuernos. Hoy quiero hablar con ustedes sobre la gratitud.

Para los que me conocen saben que soy una persona que se sobre preocupa por las cosas, o hace algo que se llama como over thinking, en pocas palabras, hacer una telenovela en mi mente donde no la hay. Eso me quita seguridad en mis decisiones y me hace quedarme en una zona de confort, para evitar cualquier tipo de riesgo en mi vida (vida cuadrada). Cuando algo no sale como yo esperaba o representa un reto, es cuando comienzo a perder el sentido de la gratitud.

La gratitud es la aceptación de nuestra realidad y la capacidad de madurar lo suficiente para adecuar nuestros días a ella. He aprendido a ser una mujer agradecida en cada aspecto de mi vida y eso me ha hecho tener una perspectiva diferente en mis días. Y no es fácil, hay momentos en los que suelto queja tras queja (la catarsis siempre es natural) pero luego me detengo, respiro, trato de poner en práctica la gratitud. Todo es un proceso de crecimiento, nadie se vuelve perfecto de un día a otro, somos humanos (after all).

Quiero compartir contigo algo que le llamo “los recordatorios”. Son frases que yo me repito a mí misma cuando me pongo a reflexionar sobre las cosas por las que estoy agradecida. Si quieres interpretarlos como una “oración”, está bien. También si deseas verlos como gratitud hacia el universo, la naturaleza o a lo que sea que creas, está bien. Pero creo que estos recordatorios te ayudarán de vez en cuando. Así que cuando estés lleno de estrés, tengas mucho enojo, te entre la desesperación, estés triste… piensa en lo siguiente:

  • Gracias porque estoy aquí. Por la razón que sea, estoy aquí. Esto me tocó a mí, esto es para mí, gracias porque soy yo quien tiene la conciencia de asumir este momento y porque no es otra persona la que se siente triste/enojada por esto.
  • Gracias porque tengo a alguien a quien darle la mano, no para que me ayude, pero sí para que me sostenga. Gracias porque todos nos agarramos y vamos haciendo una cadena, y todos nos sostenemos.
  • Gracias porque están conmigo las mejores personas. Hice equipo con las mejores personas del mundo (familia, amigos). Soy afortunada por quienes están conmigo, y más aún porque quienes ya no, siguen estando a mi lado.
  • Gracias porque puedo tomar un teléfono/celular y marcarle a alguien.
  • Gracias porque una gran parte de lo que soy, lo que tengo y lo que ofrezco son producto de mis decisiones. Empezando porque he tenido la oportunidad de decidir.
  • Gracias porque lo ordinario es lo más valioso.
  • Gracias porque tengo paz con lo que tengo, si no, difícilmente la tendré con lo que venga.
  • Mi actitud y mis acciones me definen, eso expresa realmente cómo me siento.
  • Estar agradecida significa valorar pero siempre intentar mejorar. La gratitud no es una zona de confort para no buscar nuevos objetivos.
  • Gracias porque tengo los mejores recuerdos y las mejores anécdotas del mundo. Sobre todo, tengo un recuerdo hermoso de momentos familiares y con amistades. Eso es mi energía.
  • Gracias porque tengo la oportunidad de compartir mi gratitud con las demás personas.
  • Gracias porque la solución está en mí. Y si no lo está, gracias porque tengo lo que necesito para afrontarla.
  • Gracias porque hoy soy más que ayer.

Entender la gratitud como un entendimiento de nosotros mismos nos hará sobrellevar mejor los momentos no gratos y a disfrutar los felices. Ser una persona agradecida nos limpia y nos quita carga, hasta nos permite dormir mejor. Nos da motivos para no perder nuestras metas, nos hace entender nuestras circunstancias.

¿Cómo practicas la gratitud?

¡Gracias!

 

Originally posted 2018-07-30 03:56:42.

Published by Ileana Caschi

Comunicóloga. 30 años. Slytherin. Comparto contenido sobre comunicación y finanzas personales. Si deseas contactarme puedes hacerlo por aquí mismo. Un gusto tenerte por mi blog ¡Gracias por leer!