¿Si tuviste un hijo, pero no lo publicaste en Facebook ¿Realmente lo tuviste?… Creo que ya saben para donde voy. Desde que empecé a estudiar comunicación, me he fijado en los diferentes cambios que han tenido los procesos de intercambio de información entre las personas. Recuerdo aquel día, durante la época medieval, cuando llegaron los “Blackberry” para revolucionar la comunicación vía celular. Fueron los primeros dispositivos móviles que te permitían tener un servicio de mensajería “gratis” (o sea bueno, que no te cobraba directamente por cada mensaje enviado), y la mayoría de las personas, claro que me incluyo, tuvieron uno.

Luego vino el auge de las redes sociales con el uso de los teléfonos inteligentes. Una dupla que, me atrevo a decir, funcionó a la perfección para ambos. Si un celular no te permite checar Facebook, simplemente no sirve. Pero bueno, al grano.

Los procesos comunicativos se han modificado, y considero que ahora vivimos en la “realidad de Facebook”, es decir, que para algo suceda, pase, se haga válido, exista, etc… Tiene que estar en Facebook. Al menos es lo que he visto, pues la importancia de compartir nuestros logros o actividades relevantes, es el pan de cada día. Quisiera enterarme de una boda que no haya sido anunciada por Facebook, o de un embarazado que no se muestra hasta que el niño ya tiene 6 meses. Pero creo que ya no hay, creo que ahora todo tiene que ser compartido por una lucha que se gana con likes. Ahora las personas muestran lo que tienen o lo que hacen porque las redes sociales se han vuelto una pelea de egos (Y bien me lo dijo un amigo).

La realidad está afuera, afuera de un timeline. Tu vida, tus logros, tus fracasos, compártelos con las personas que les interesa. No busques el cumplimiento de personas que ni siquiera saludas cuando te las topas en la calle. Muchos me dirán “El día que tú te cases, a ver si no lo publicas”, y tal vez tengan razón, pero el chiste de compartir contenido es aportar valor y no coleccionar comentarios. La próxima vez que quieras publicar un logro o un objetivo cumplido, valora a quién le interesa y qué les puede dejar.

Facebook ahora es como un patio de vecindad, donde todos se asoman por las ventanas para gritar algo, esperando los aplausos de los demás. Una persona interesante, inteligente, es la que es prudente y le da privacidad a su vida personal. Deja algo para ti, para los tuyos, elige bien qué quieres compartir.

Y bueno, un último tip: Si eres una de las personas que publican muchas cosas, tanto personales, como vanales; y no piensas cambiar eso, te recomiendo que depures tu lista de amigos. Yo lo he estado haciendo últimamente, bajo la premisa “Si me lo topo en la calle ¿Lo saludo?”, y mira que he borrado ya a bastante gente.

Si estás de acuerdo, o no tanto, te invito a que comentes y compartas. Recuerda que somos lo que comunicamos, y que sí somos responsables, tanto de lo que decimos, como de lo que la gente entiende. Ah, y no te preocupes, si te compraste un carro, pero no lo publicaste en Facebook, sigues teniendo un carro nuevo.

Originally posted 2015-01-06 23:39:57.

Published by Ileana Caschi

Comunicóloga. 30 años. Slytherin. Comparto contenido sobre comunicación y finanzas personales. Si deseas contactarme puedes hacerlo por aquí mismo. Un gusto tenerte por mi blog ¡Gracias por leer!